Con el fin del soporte para Windows 10 en octubre de 2025, muchos usuarios se están planteando pasarse a Linux. El ecosistema de juegos ha mejorado notablemente —gracias en parte a Steam Deck— y el interés por Linux sigue creciendo, sobre todo entre los desarrolladores y las personas preocupadas por su privacidad.
Ahora bien, si observamos el mercado global, el panorama es muy distinto. En el segmento de los sistemas operativos de escritorio, Windows mantiene una cuota cercana al 70 %, mientras que Linux apenas alcanza el 4 %. En otras palabras: la mayoría de la gente acaba eligiendo Windows, incluso si eso implica comprar un PC nuevo.
En este artículo, comparamos Windows y Linux, analizamos por qué Windows sigue siendo la alternativa dominante y vemos cómo puedes combinar lo mejor de ambos mundos utilizando WSL y entornos virtuales.
Panorama general: Linux vs. Windows
¿Qué es Linux?
Linux es un núcleo de código abierto (kernel), es decir, el componente central de un sistema operativo. Este núcleo se encarga de gestionar el hardware, y sobre él se ejecutan las aplicaciones.
Cuando se habla de Linux para ordenadores personales, normalmente se hace referencia a las distribuciones de Linux. Hay muchas variantes —como Ubuntu, Fedora o Linux Mint— con distintos aspectos visuales y formas de uso. A diferencia de Windows, que ofrece una experiencia unificada, Linux destaca por su flexibilidad: puedes elegir la distribución que mejor se adapte a tus preferencias.
Su rasgo más importante es que su código fuente es completamente público. Cualquiera puede verlo y modificarlo. Para quienes valoran la privacidad, esto es clave, ya que permite saber qué hace el sistema por detrás sin necesidad de confiar a ciegas. Además, la mayoría de las distribuciones son gratuitas.
¿Qué es Windows?
Windows, por su parte, es un sistema operativo comercial desarrollado por Microsoft. Lleva años siendo el sistema estándar para la mayoría de PC.
Su gran fortaleza está en la enorme compatibilidad con programas y dispositivos de todo tipo. Desde herramientas profesionales como Microsoft Office o Adobe Creative Suite hasta videojuegos, la mayoría del software está diseñado pensando en Windows.
Lo mismo ocurre con los periféricos: impresoras, ratones o discos duros externos suelen funcionar nada más conectarlos, sin necesidad de configurar nada. Los problemas de compatibilidad son poco frecuentes.
También tiene un papel clave en entornos empresariales. Sistemas de gestión como Active Directory o las políticas de grupo (Group Policy) están muy asentados, lo que facilita mucho su uso y administración en departamentos de TI.
Diferencias entre Linux y Windows
Una vez visto el panorama general, es hora de analizar con más detalle en qué se diferencian exactamente. A continuación, repasamos los aspectos clave que distinguen a Linux y Windows desde su diseño hasta su experiencia de uso.
1. Filosofía de diseño fundamental
Linux es un sistema abierto. Su código fuente es completamente público, y cualquiera puede verlo o modificarlo. Desarrolladores de todo el mundo colaboran para mejorar el sistema, por lo que los errores suelen corregirse con bastante rapidez. Además, la mayoría de distribuciones se pueden usar de forma gratuita.
Windows, en cambio, es un sistema cerrado y comercial. El código no es público y su desarrollo y gestión están exclusivamente en manos de Microsoft. Aunque Linux ofrece una gran flexibilidad, también exige cierto nivel de conocimientos. Windows, por su parte, proporciona una experiencia más unificada y un buen soporte, pero con opciones de personalización más limitadas.
2. Diferencias en usabilidad e interfaz
Windows ofrece un entorno gráfico coherente donde prácticamente todas las tareas pueden hacerse con el ratón. Elementos como el menú de inicio, la barra de tareas o el explorador de archivos llevan años presentes, lo que los hace muy intuitivos para la mayoría de los usuarios.
Linux, por otro lado, permite elegir distintos entornos de escritorio. Hay muchas opciones, como GNOME o KDE Plasma, con apariencias que van desde lo más parecido a Windows hasta interfaces similares a macOS, y que se pueden ajustar según las preferencias del usuario. Eso sí, para cambiar ciertos ajustes o resolver problemas, es frecuente recurrir a la terminal (la línea de comandos), lo que puede suponer una barrera para los principiantes.
Dicho esto, las distribuciones más recientes —como Ubuntu o Linux Mint— han mejorado mucho sus interfaces gráficas, y cada vez es más fácil hacer tareas cotidianas sin necesidad de tocar la terminal.
3. Windows vs Linux: ventajas y desventajas
✅ Ventajas de Linux
- Es un sistema transparente, con control total sobre tus datos.
- Pesa poco, por lo que funciona bien incluso en equipos antiguos que no pueden ejecutar Windows 11.
- Se puede personalizar al detalle, desde el escritorio hasta la configuración interna.
- El entorno para juegos ha mejorado mucho, y con Steam Deck se ha vuelto una opción muy práctica.
❌ Desventajas de Linux
- No se pueden usar versiones completas de suites como Adobe Creative o Microsoft Office.
- Aunque el soporte para juegos ha mejorado, muchos títulos siguen siendo exclusivos de Windows.
- Algunos periféricos no cuentan con drivers compatibles o tienen soporte limitado.
- Cuando hay problemas, suele ser necesario investigar y solucionarlos por cuenta propia.
✅ Ventajas de Windows
- Es compatible con la mayoría del software y videojuegos más populares.
- Los periféricos suelen funcionar al instante al conectarlos, sin necesidad de configuración.
- Es ampliamente utilizado en empresas, con sistemas de soporte bien establecidos.
- Es intuitivo, lo que permite a los principiantes aprender rápido.
❌ Desventajas de Windows
- Funciona más lento que Linux en equipos antiguos y puede no rendir bien en hardware limitado.
- Recoge datos de uso (telemetría), algo que preocupa a quienes priorizan la privacidad.
- Tiene menos libertad para modificar en profundidad aspectos del sistema.
¿Por qué la mayoría elige Windows?
Vamos al grano. A pesar de las múltiples virtudes de Linux, ¿por qué Windows sigue dominando el mercado con tanta claridad?
Un ecosistema de software imbatible
La mayor baza de Windows es, sin duda, la gigantesca oferta de software compatible. Versiones completas de Microsoft Office (con Access o macros incluidas), toda la suite de Adobe Creative Cloud (Photoshop, Premiere Pro, Illustrator), programas técnicos como AutoCAD o SolidWorks… todo está optimizado para funcionar sobre Windows.

Y lo mismo ocurre con los videojuegos. Aunque hoy en día se pueden jugar muchos títulos en Linux gracias a la compatibilidad de Proton, lo cierto es que los grandes lanzamientos (los llamados AAA) y sus funciones anti-cheat más estrictas siguen funcionando únicamente en Windows. Si el juego que quieres probar es exclusivo de esta plataforma, no hay mucho que pensar: cambiar de sistema operativo no tiene sentido.
En otras palabras, el software disponible acaba siendo el factor decisivo. Y en ese terreno, Windows juega con ventaja: más de 40 años de desarrollo continuo le han permitido acumular una biblioteca de herramientas prácticamente inigualable.
Windows en el entorno corporativo
No solo los usuarios particulares tiran hacia Windows: la implantación en empresas también pesa. Muchas organizaciones gestionan cientos o miles de ordenadores en red mediante herramientas como Active Directory o las políticas de grupo (Group Policy). Todo esto ya está bien integrado en los entornos Windows, lo que facilita el trabajo a los departamentos de TI, que llevan años utilizando este mismo sistema.
Además, el software especializado que usan muchas empresas —ya sea para ventas, contabilidad o procesos industriales— suele estar desarrollado específicamente para Windows. Si una empresa depende de estos programas, no tiene ningún incentivo real para migrar a otro sistema operativo.
Y luego está la inercia del hábito: quienes usan Windows en el trabajo tienden a querer lo mismo en casa. Ya dominan su funcionamiento, están familiarizados con los menús y el intercambio de archivos es directo y sin complicaciones.
Alta compatibilidad con el hardware
Cuando conectas un dispositivo a un PC —impresoras, escáneres, cámaras web, discos duros externos— lo habitual es que Windows lo reconozca de inmediato. Los drivers suelen estar preinstalados o se descargan automáticamente, y en la mayoría de casos todo funciona al instante con solo enchufarlo por USB, sin necesidad de configuraciones adicionales.
Aunque muchos periféricos también funcionan en Linux, no siempre se ofrece compatibilidad con los modelos más recientes o para equipos especializados. A veces los controladores tardan en llegar, y en el peor de los casos, tienes que buscarlos e instalarlos por tu cuenta. Para usuarios sin experiencia, esto puede convertirse en una barrera importante.
Para quienes buscan un ordenador que simplemente funcione sin dolores de cabeza, la compatibilidad tan directa que ofrece Windows con el hardware sigue siendo un valor fundamental.
Familiaridad y curva de aprendizaje
Para muchas personas, su primer contacto con un ordenador ocurre en el colegio o en el trabajo… y suele ser con Windows. Tras años utilizando los mismos menús, accesos directos y disposición en pantalla, cambiar a un sistema distinto como Linux representa un salto psicológico importante. Aprender de nuevo cómo hacer las cosas, aunque no sea difícil, requiere tiempo y energía. Por eso, muchos prefieren quedarse con lo que ya conocen.
Linux ha avanzado mucho en facilidad de uso, pero sigue siendo necesario buscar información en foros y resolver problemas por cuenta propia. Para quienes están cómodos usando la terminal o investigando en línea, esto no supone un gran reto. Pero para otros, puede ser una carga que no están dispuestos a asumir.
Al final, lo que explica que tanta gente siga eligiendo Windows —incluso si eso implica comprar un PC nuevo— es esta combinación de factores: compatibilidad con el software y el hardware, integración empresarial, y una sensación de familiaridad que elimina fricciones. Todo ello suma para que Windows siga siendo el sistema operativo más utilizado del mundo.
Cuándo y por qué se elige Linux
Aunque Windows es el sistema mayoritario, hay perfiles concretos para los que Linux no solo es una alternativa válida, sino la mejor opción posible. Veamos quiénes suelen decantarse por él y por qué motivos.

◆ Desarrolladores e ingenieros
Linux es muy popular entre los programadores y los administradores de sistemas. Dado que la mayoría de servidores y entornos en la nube funcionan sobre Linux, estos pueden trabajar en desarrollo y despliegue de forma coherente en todas las fases. Tecnologías como Docker, Kubernetes o los marcos de aprendizaje automático como TensorFlow y PyTorch funcionan especialmente bien aquí.
Para quienes se sienten cómodos trabajando en terminal, la flexibilidad y estabilidad de Linux lo convierten en una herramienta poderosa. Distribuciones como Ubuntu, Fedora o Arch Linux son algunas de las favoritas en este ámbito técnico.
◆ Personas que priorizan la privacidad y la libertad
Si te preocupa la recopilación de datos o prefieres tener el control absoluto del sistema que usas, Linux es una elección lógica. A diferencia de Windows, que recoge información de uso mediante telemetría, Linux permite inspeccionar el código y saber exactamente qué ocurre entre bambalinas.
Existen incluso distribuciones enfocadas en la privacidad total, como Tails o Qubes OS, pensadas para quienes valoran el anonimato o trabajan en contextos sensibles.
◆ Usuarios que quieren aprovechar equipos antiguos
Incluso ordenadores que no cumplen con los requisitos mínimos de Windows 11 pueden funcionar perfectamente con Linux. Algunas distribuciones ligeras —como Lubuntu o Linux Mint con Xfce— están diseñadas precisamente para dar nueva vida a un PC con 2 GB de RAM o incluso menos.
Con estas versiones se puede navegar por internet, editar documentos o realizar tareas básicas sin problema, alargando así la vida útil de muchos dispositivos que de otro modo quedarían obsoletos.
◆ Linux como plataforma de juego
Sí, también se puede jugar en Linux… y cada vez mejor. La popularización de Steam Deck —que funciona con SteamOS, una distribución basada en Linux— ha hecho que miles de juegos estén disponibles en Linux gracias a Proton.
Aunque no todo el catálogo de Steam es 100 % compatible, muchos títulos funcionan sin inconvenientes. Además, hay distribuciones enfocadas directamente en el gaming, como Pop!_OS o Manjaro, que facilitan aún más la experiencia. Hoy en día, usar Linux en un PC gaming ya no es tan complicado como solía ser.
Windows y Linux: formas de usar ambos sistemas
Después de todo lo leído, puede que estés pensando que hay que elegir entre uno u otro. Pero lo cierto es que no es necesario tomar partido. Existen formas muy eficaces de utilizar Linux y Windows en paralelo, aprovechando lo mejor de cada entorno.

¿Qué es WSL (Subsistema de Windows para Linux)?
WSL es una función que permite ejecutar Linux directamente sobre Windows, sin necesidad de reiniciar el sistema. Desde el propio escritorio de Windows puedes usar herramientas de línea de comandos de Linux, lo que resulta muy útil para desarrolladores y usuarios técnicos. Es posible trabajar en un entorno Windows y, al mismo tiempo, lanzar comandos de Linux cuando haga falta.
La versión más actual, WSL2, ejecuta un núcleo Linux completo dentro de un entorno virtual ultraligero. Es ideal para tareas de desarrollo y trabajo técnico con terminal. Además, con WSLg, también es posible abrir aplicaciones gráficas de Linux como si fueran nativas. Otra ventaja clave de WSL es que puedes mover archivos entre sistemas sin complicaciones: Windows y Linux conviven sin barreras. Para quienes quieran aprender Linux de forma progresiva, o usarlo como entorno técnico dentro de su PC habitual, WSL es un gran punto de partida.
👉 Lee también: Cómo instalar Ubuntu en Windows 11 paso a paso
Usar máquinas virtuales (VirtualBox / VMware)
Otra opción práctica para tener ambos sistemas es crear una máquina virtual: es decir, instalar Linux dentro de Windows como si fuera una aplicación más.
- VirtualBox es gratuito y fácil de usar, ideal si nunca has probado Linux. Permite montar una distro completa y trastear sin riesgos.
- VMware Workstation Player también es gratuito para uso personal y suele ofrecer un rendimiento más fluido. Su versión Pro, de pago, añade funciones avanzadas como el guardado de estados (snapshots).
- Hyper-V, incluido en Windows Pro y Enterprise, ofrece una integración excelente, aunque requiere de una configuración algo más técnica.
Si es tu primera vez, VirtualBox es la opción más recomendable por su sencillez. Si te interesa más el rendimiento y la fluidez, VMware Player puede darte mejores resultados.
Mini PC recomendados para usar Windows y Linux
Si vas a montar un entorno dual boot, lo ideal es contar con un equipo que tenga varias ranuras de almacenamiento. Así puedes instalar Windows y Linux en discos distintos y trabajar con ambos sin interferencias.
GEEKOM A6 Mini PC
Perfecto para quienes quieren iniciarse en el dual boot. Este modelo permite usar dos tipos de almacenamiento: una ranura M.2 NVMe y una M.2 2242 SATA para disco HDD o SSD, lo que facilita tener Windows y Linux en unidades separadas. Con procesador AMD Ryzen 7, tiene potencia suficiente para tareas del día a día y para aprender a usar Linux con fluidez. Además, se puede ampliar hasta 64 GB de RAM, lo que abre la puerta a pruebas más avanzadas en entornos virtuales.
GEEKOM IT13 2025 Edition
Ideal para montar un sistema dual completo o trabajar con máquinas virtuales exigentes. Este mini PC ofrece tres ranuras de almacenamiento: M.2 2280 NVMe PCIe Gen 4 × 4 SSD (hasta 2 TB), M.2 2242 SATA SSD (hasta 1 TB), bahía de 2,5” SATA HDD/SSD (hasta 2 TB). Esto te permite crear configuraciones flexibles: Windows, Linux y una unidad de datos adicional, todo en el mismo equipo. Lleva un procesador Intel Core i9 de última generación, por lo que es perfecto para usar con VirtualBox o VMware sin ningún cuello de botella. También incluye puertos USB4 duales, ideales para conectar almacenamiento externo de alta velocidad.
Conclusión
Al final, no hay una respuesta única a la pregunta de qué sistema es mejor, si Windows o Linux. Todo depende de lo que necesitas. Si usas software exclusivo de Windows para tu trabajo, la decisión debería estar tomada. Pero si tu prioridad es la privacidad o te dedicas al desarrollo, Linux puede ser mucho más cómodo.
La buena noticia es que no tienes por qué elegir uno solo. Gracias a herramientas como WSL o las máquinas virtuales, puedes trabajar en Windows y acceder a Linux solo cuando lo necesites. Si prefieres separar del todo ambos sistemas, un entorno dual boot también es una opción viable.
Lo importante es que elijas el entorno que mejor se adapte a tu uso real. Y si buscas un equipo cómodo, versátil y compatible con ambos mundos, puedes optar por uno de los mini PC GEEKOM, pensados para funcionar bien tanto con Windows como con Linux.
FAQ sobre Linux vs Windows
Ubuntu o Linux Mint suelen ser buenas elecciones. Ubuntu tiene una gran comunidad, así que es fácil encontrar ayuda si te atascas. Linux Mint se parece más a Windows, por lo que es ideal si no quieres que el cambio sea tan brusco. ¿Te da respeto instalarlo directamente? Puedes empezar probando WSL y, si te gusta, dar el salto más adelante.
Sí, puedes abrirlos sin problema. Existen programas como LibreOffice, que es gratuito y compatible con archivos de Word, Excel o PowerPoint. Eso sí: con archivos complejos (macros o diseños muy elaborados), puede que no se vean exactamente igual. Pero para documentos y hojas de cálculo normales, funciona muy bien.
Sí. Zorin OS tiene una interfaz muy similar a Windows 10 u 11. También puedes probar Linux Mint con el entorno Cinnamon, que recuerda bastante a Windows. ¿Te gustaba el aspecto de Windows XP? Entonces quizás te interese Q4OS.
Sí. Si usas WSL, puedes ejecutar comandos de Linux desde Windows sin reiniciar. Para desarrolladores, también es útil Git Bash, y si buscas algo más avanzado, existe Cygwin. Pero lo más directo y recomendable para empezar es WSL.
Geekom
GEEKOM establece su sede de I&D en Taiwán y varias sucursales en muchos países del mundo. Los miembros principales de nuestro equipo son la columna vertebral técnica que ha trabajado para Inventec, Quanta y otras empresas reconocidas. Tenemos sólidas capacidades para la I&D y la innovación. Nos esforzamos constantemente por la excelencia en el campo de los productos tecnológicos.























