Introducción: ¿Qué ofrece la Radeon 780M y por qué mejora a la generación anterior?
AMD ha lanzado la Radeon 780M, su nueva propuesta de GPU integrada. Su diseño tiene como objetivo superar a la mayoría de tarjetas gráficas integradas actuales. Se encuentra en los procesadores móviles Ryzen 7040 Phoenix que utilizan la nueva arquitectura RDNA 3 y están fabricados con tecnología de nodos de 4 nm. Respecto a la generación anterior, la Radeon 680M, representa una mejora notable tanto en rendimiento como en eficiencia energética.
Este modelo supone un salto cualitativo frente a su predecesor, que ya ofrecía buenos resultados gracias a un diseño RDNA2 y fabricación de 6 nm. Aunque el número de unidades de cómputo se mantiene en 12, la frecuencia de reloj alcanza ahora los 3.15 GHz. Es sin duda una mejora considerable. Por otro lado, a nivel de software el cambio a RDNA 3 aprovecha mejor los núcleos shader debido a una mayor eficiencia por ciclo de reloj y a un sistema de control energético más inteligente. Además, esto permite que la GPU se inicie suavemente.
Una de las grandes incorporaciones de la Radeon 780M es la integración de 12 núcleos de ray tracing con ruta directa a la GPU. Se trata de algo inédito hasta ahora en gráficas integradas de AMD. Aunque las GPU dedicadas acostumbran a ofrecer un rendimiento superior en este campo, la 780M activa aceleración por hardware en trazado de rayos para títulos que lo soporten. Gracias a ello, se amplían las capacidades visuales del equipo.
La compatibilidad con memorias LPDDR5 y LPDDR5X, que funcionan como fuente energética directa para la GPU, proporciona un acceso más rápido y eficiente a los recursos gráficos. Por esto y todo lo anterior, la Radeon 780M aspira a convertirse en todo un referente, siendo ideal cuando se necesita estar a la altura de las nuevas exigencias del gaming moderno sin necesidad de una tarjeta gráfica dedicada.
Especificaciones técnicas
La Radeon 780M se basa en la arquitectura RDNA 3 de AMD y aprovecha el proceso de fabricación de nodos de 4 nm de TSMC. Esto ofrece una mejora notable tanto en frecuencia como en eficiencia energética, consiguiendo una GPU que alcanza velocidades más altas con el mismo consumo eléctrico que su antecesora Radeon 680M (fabricada en 6 nm).
Al igual que su predecesora, el chip gráfico mantiene las 12 unidades de cómputo, equivalentes a 768 unidades de procesamiento stream. Sin embargo, las mejoras en la arquitectura de la Radeon 780M han incrementado el rendimiento por ciclo, lo que permite aprovechar mucho mejor cada hercio de frecuencia.

Asimismo, la velocidad máxima del reloj depende directamente de los ajustes de energía del dispositivo. En condiciones óptimas, puede llegar hasta los 3.15 GHz en modo turbo. En cuanto al TGP (Total Graphics Power), es altamente escalable: comienza en 15 W para configuraciones de bajo consumo y puede alcanzar hasta 54 W en equipos más potentes, como portátiles gaming o mini PC de alto rendimiento. Siendo así de flexible, los fabricantes lo tienen más fácil para ofrecer un equilibrio adecuado entre autonomía y potencia gráfica (ajustado al dispositivo y al público objetivo).
Gracias a sus 48 unidades de texturizado (TMU) y 32 unidades de salida de renderizado (ROP), la Radeon 780M se defiende de maravilla tanto en la carga de texturas como en el renderizado, dos pilares clave en cualquier tarea gráfica exigente. Además, su sistema de caché está muy bien afinado: cuenta con 128 KB de caché L1 por cada unidad de cómputo y una caché L2 compartida de 2 MB, lo que favorece accesos a datos más rápidos y un rendimiento general superior.
Tampoco se puede discutir que uno de los factores más determinantes en una GPU —integrada o dedicada— es el ancho de banda de memoria. En este aspecto, la 780M saca ventaja: es compatible con los estándares más rápidos, LPDDR5 y LPDDR5X, alcanzando un ancho de banda suficiente para mantener una tasa de fotogramas fluida y tiempos de respuesta más ágiles en comparación con generaciones anteriores. Esta velocidad de acceso a datos garantiza un buen rendimiento incluso cuando se afrontan tareas de gran exigencia.
En el apartado de conectividad, la Radeon 780M no se queda corta: viene equipada con salidas HDMI 2.1 y DisplayPort 2.1. De esta forma, puedes conectar hasta cuatro monitores al mismo tiempo, incluyendo resoluciones 4K e incluso 8K. Y por si fuera poco, es compatible con las principales API gráficas actuales, como DirectX 12 Ultimate (feature level 12_2), Vulkan 1.3 y OpenCL 2.1. En resumen: tendrás soporte total tanto para los últimos videojuegos como para las herramientas de renderizado más potentes del entorno profesional.
¿Cómo rinde realmente la Radeon 780M?
En términos de rendimiento y en comparación con la generación anterior, la Radeon 780M representa todo un salto de calidad. Dentro de lo que son las gráficas integradas, destaca como una de las más firmes. En el terreno del gaming, puede mover sin problema títulos populares de eSports como CS:GO, DOTA 2 o Valorant (tasa de fotogramas estable en ajustes medios-altos y resolución 1080p).
En cuanto a Gears 5 o Resident Evil Village, títulos algo más exigentes, se dejan jugar en resoluciones entre 720p y 1080p si se ajusta la calidad gráfica a nivel medio. Este es sin duda uno de los mayores méritos de la Radeon 780M, ya que hablamos de una GPU integrada en portátiles slim o mini PC con ciertas limitaciones térmicas y de potencia.
Si decides hacer overclock, puedes alcanzar una frecuencia de hasta 3.15 GHz (en determinadas condiciones, puede suponer un rendimiento de hasta un 37 % más). Eso sí, este tipo de ajuste exige una buena gestión de la temperatura. Aunque la 780M cuenta con trazado de rayos por hardware gracias a sus 12 núcleos RT, a día de hoy, esta tecnología sigue siendo más testimonial que práctica en gráficas integradas, ya que el rendimiento en tiempo real todavía no permite sacarle todo el partido que realmente ofrece.
En tareas creativas, sin embargo, esta GPU sí marca la diferencia. Rinde especialmente bien en flujos de trabajo exigentes, como edición de vídeo, renderizado 3D o generación de contenido visual. En estos escenarios, su compatibilidad con las API OpenCL y Vulkan le saca más jugo que la Radeon 680M. Además, incorpora aceleración por hardware para códecs como AV1, H.264 y H.265, lo que la hace perfecta para manejar proyectos multimedia con fluidez. De hecho, según pruebas en plataformas como Geekbench 6 o Blender, la 780M se acerca en potencia a gráficas dedicadas de bajo coste, como, por ejemplo, la GTX 1650. Que una iGPU pueda lograr esto es, sencillamente, un hito en la evolución de las GPU integradas.
Gracias a los avances en arquitectura, al mayor ancho de banda de memoria y a las frecuencias más altas, la Radeon 780M consigue mantener buenas tasas de fotogramas tanto en juegos como en aplicaciones profesionales. Y todo ello con un bajo consumo, lo que la convierte en una opción ideal para ultraportátiles, subportátiles o mini PC que necesiten más músculo gráfico sin que ello implique apostar por una tarjeta dedicada. Ya sea para jugar sin lag o para sacar adelante proyectos creativos sin un gran desembolso, la 780M ofrece una combinación muy difícil de igualar.
Comparativa frente a la competencia: ¿Dónde se sitúa la Radeon 780M?
Según pruebas sintéticas y partidas reales, la Radeon 780M rinde en torno a un 20 % más que su antecesora, la 680M, lo cual es una clara mejora. Aunque ambas cuentan con 12 unidades de cómputo y 768 shaders, la ventaja de la 780M radica en su arquitectura RDNA 3 y en el uso del proceso de fabricación en 4 nm. Esta combinación permite una mayor eficiencia por ciclo (IPC) y un mejor rendimiento por vatio.
Por otro lado, si lo tuyo es jugar con soltura o necesitas un empujón extra para editar vídeos, crear contenido o trabajar con programas exigentes, la nueva gráfica integrada de AMD te va a sorprender. Porque no solo mejora claramente el rendimiento de la generación anterior, sino que lo hace subiendo el listón en todos los sentidos: alcanza frecuencias de hasta 3.15 GHz —frente a los 2.4 GHz de la 680M— y maneja un mayor ancho de banda de memoria para una experiencia mucho más fluida y rápida. Y eso no es todo. También incorpora 12 núcleos dedicados al ray tracing, una tecnología gráfica que hasta ahora no habíamos visto en esta gama. Gracias a esto, la Radeon 780M puede ofrecer efectos visuales más realistas y detallados, acercándose a lo que hasta hace poco solo veíamos en GPU dedicadas. Un salto enorme que marca la diferencia, sobre todo si eres de los que exprimen cada frame.
Frente a Intel, la ventaja es todavía más clara. Si comparamos la Radeon 780M con la Iris Xe Graphics G7, la diferencia en rendimiento es abismal. La GPU de AMD puede alcanzar hasta 4.3 TFLOPS teóricos frente a los 2.4 TFLOPS de la Iris Xe. Hablamos de una mejora de entre el 70 y el 80 % en muchos casos de uso.
Esto se nota especialmente en videojuegos a resolución 1080p o QHD, donde la Radeon 780M logra tasas de fotogramas mucho más estables. Además, esta gráfica integrada ofrece compatibilidad con las últimas API, así como con ray tracing, algo que Intel todavía no incorpora en sus modelos de esta gama. Tampoco debemos menospreciar el proceso de 4 nm que emplea AMD frente al 10 nm SuperFin de Intel, pues esto le otorga una ventaja considerable en transistores y eficiencia energética.
En resumen, la 780M se posiciona como una opción de referencia en el terreno de las GPU integradas de alto rendimiento.
Mini PC que incorporan Radeon 780M
Lo mejor de todo es que la Radeon 780M no se ha quedado en papel mojado. Ya la incorporan varios modelos de mini PC que apuestan por ofrecer potencia gráfica real sin necesidad de una tarjeta dedicada ni una caja voluminosa. De hecho, tenemos ejemplos ilustres, como el GEEKOM A8, que es compatible con procesadores AMD Ryzen™ 9 8945HS o Ryzen™ 7 8745HS. Asimismo, incluye 32 GB de RAM DDR5 a 5600 MHz y un veloz SSD PCIe de 1 TB o 2 TB en formato M.2 2280.
- AMD R9-8945HS o R7-8745HS & Gráficos AMD Radeon™ 780M.
- Memoria DDR5 5600 MT/s de doble canal, hasta 64 GB.
- Almacenamiento M.2 2280 PCIe 4.0 ×4, hasta 2 TB.
- Ethernet de 2,5 Gbps, Wi-Fi 6E y Bluetooth® v5.2.
- Windows 11 Pro preinstalado y preparado para usar.
Además, soporta USB4, Wi-Fi 6E y salidas HDMI 2.0 y DisplayPort 2.1, lo que permite conectar varios monitores 4K a la vez. Es decir, puedes usarlo tanto para jugar como para trabajar con edición de vídeo, diseño o multitarea pesada. Un equipo como este demuestra que hoy ya es posible tener un rendimiento de GPU dedicada en un formato compacto, silencioso y eficiente, sin renunciar a nada.
- Procesador AMD Ryzen™ 9 8945HS o Ryzen™ 7 8745HS.
- Gráficos AMD Radeon™ 780M.
- Memoria DDR5 5600 MT/s de doble canal, hasta 64 GB.
- Almacenamiento M.2 2280 PCIe 4.0 ×4, hasta 2 TB.
- Ethernet duales de 2,5 Gbps, Wi-Fi 6E y Bluetooth® v5.2.
- Windows 11 Pro preinstalado y listo para utilizar.
¿Y cuánto cuestan? Entre los 500 y los 800 EUR. Si lo piensas bien, no es una inversión desorbitada para todo lo que ofrecen: potencia gráfica contrastada en un formato compacto. Quienes quieran jugar, editar contenido o trabajar con fluidez sin llenar el escritorio de cables y torres voluminosas seguramente querrán uno. A mayores, su eficiencia energética y su rapidez de respuesta los hacen especialmente atractivos en oficinas modernas o setups minimalistas.
Perspectivas de futuro
Aunque la AMD Radeon 780M ha supuesto un salto importante, todavía hay margen de mejora en cuanto al rendimiento en juegos y la estabilidad, y esto puede conseguirse a medida que se actualicen los drivers, que permitirán exprimir aún más el potencial del hardware. Si además los fabricantes apuestan por mejores sistemas de refrigeración y una mejor eficiencia energética, el overclocking será potencialmente mayor. ¿El resultado? Tasas de fotogramas más altas sin disparar el consumo eléctrico, lo que apunta a una arquitectura gráfica que se irá integrando cada vez más en portátiles, ultraportátiles y consolas portátiles de nueva generación, como la ASUS ROG Ally.

Al mismo tiempo, la competencia con las gráficas integradas de Intel se está poniendo seria, y eso solo puede beneficiar al usuario. AMD tendrá que seguir apretando el acelerador si quiere mantenerse en cabeza, sobre todo en áreas clave como el trazado de rayos o la aceleración por IA. En definitiva, la Radeon 780M no es solo una gran opción de compra actual, es una promesa firme de lo que está por venir: una prueba de que los iGPU han dejado de ser sinónimo de rendimiento justo para empezar a ser una alternativa real a algunas GPU dedicadas.
Entonces, ¿la Radeon 780M merece la pena?
AMD lo ha vuelto a hacer. Con la Radeon 780M, ha llevado el rendimiento gráfico integrado a un nuevo nivel gracias a una fina combinación de arquitectura RDNA 3 y un proceso de fabricación de solo 4 nm. Hasta hace no mucho, esto parecía algo inalcanzable. Hoy es una realidad en portátiles ultrafinos y mini PC que ya pueden considerarse auténticos centros gaming o de tareas creativas.
Esta gráfica integra todo lo necesario para reducir distancias con las GPU dedicadas de gama básica: mayor velocidad de reloj, compatibilidad con memorias más rápidas y soporte para trazado de rayos por hardware. Aún queda margen para seguir afinando el consumo energético y extender el uso de tecnologías como el ray tracing a gran escala, pero la 780M es sin duda una base sólida sobre la que se construirá el futuro de las iGPU. Es decir, ya sea para jugar, editar contenido o trabajar en el día a día, la Radeon 780M demuestra que el concepto de «gráfica integrada» ha cambiado para siempre.

Geekom
GEEKOM establece su sede de I&D en Taiwán y varias sucursales en muchos países del mundo. Los miembros principales de nuestro equipo son la columna vertebral técnica que ha trabajado para Inventec, Quanta y otras empresas reconocidas. Tenemos sólidas capacidades para la I&D y la innovación. Nos esforzamos constantemente por la excelencia en el campo de los productos tecnológicos.